Es lamentable pero todos los días leemos acerca de crímenes brutales contra mujeres y sin embargo la historia del homicidio de Lucie Blackman que desarrolla Lloyd Parry en este non-fiction de ritmo thriller parece algo complemtamente diferente: Japón es un país donde no existe como en Occidente la criminalidad y en especial la violencia contra las mujeres por el sólo hecho de que sean mujeres. Es por eso que este libro se lee no sólo como un relato de este horrendo crimen de una joven inglesa que fue a vivir y trabajar a Tokyo y terminó en los rincones más oscuros y bajos del submundo nocturno de esa cautivante y extraña ciudad sino que el libro es un ejercicio fenomenal de construcción del contexto que permitió que el caso se diera como se dio, con una investigación mal hecha y un juicio al acusado que duró años. ¿Qué es Japón? ¿Qué es Tokyo? ¿Cómo viven los descendientes de coreanos en Japón? Son todas preguntas que no me había hecho antes de tomar este libro y que el relato profesional y exhaustivo de Lloyd Parry, periodista inglés corresponsal en Japón desde hace décadas, desgrana con precisión quirúrgica. Las preguntas son pertinentes y las respuestas son completas y bien documentadas. El autor entonces intenta descifrar nuevos enigmas luego de ir estableciendo esas primeras respuestas: ¿Cómo pudo haber pasado en Japón algo así si es un país con uno de los índices de criminalidad más bajos del mundo? ¿Por qué la policía fue tan inútil para investigar el caso? Pero no sólo estos aspectos son abarcados por el texto del periodista sino que además ocupa buena parte de su voluminosa obra para desarrollar las consecuencias en la familia y los amigos de la víctima de un crimen brutal, los estafadores que intentan aprovecharse de la desesperación de ellos, los medios de comunicación sensacionalistas tergiversando los hechos y sobretodo el modo en que cada uno de los involucrados logra seguir con su vida luego de un hecho tan brutal.
People Who Eat Darkness de Richard Lloyd Parry (reseña)
El libro entonces hila con maestría una composición acerca de la sociedad japonesa y sus costumbres tan extrañas a Occidente con un trasfondo de una historia de profundo dolor, pérdida y amor.