La nueva novela de la saga Millenium y el dilema de las continuaciones

Lo que no te mata te hace mas fuerte larsson

Ya es una realidad y en breve estará entre nosotros: Lo que no te mata te hace más fuerte la cuarta novela de la saga Millenium de Stieg Larsson ya se encuentra en preventa  La sinopsis de la primera novela de la saga en ocho años es la que sigue:

VUELVE LISBETH SALANDER. MILLENNIUM CONTINÚA. Millennium continúa con la esperadísima cuarta entrega de la serie de culto que marcó un antes y un después con más de 80 millones de lectores en todo el mundo. Lisbeth Salander está inquieta. Ha participado en un ataque hacker sin razón aparente y está asumiendo riesgos que norm almente evitaría. Mientras, la revista Millennium ha cambiado de propietarios. Quienes le critican, insisten en que Mikael Blomkvist ya es historia. Una noche, Blomkvist recibe la llamada del profesor Frans Balder, un eminente investigador especializado en Inteligencia Artificial quien afirma tener en su poder información vital para el servicio de inteligencia norteamericano. Su as en la manga es una joven rebelde, un bicho raro que se parece mucho a alguien a quien Blomkvist conoce demasiado bien. Mikael siente que esa puede ser la exclusiva que él y Millennium tanto necesitan, pero Lisbeth Salander, como siempre, tiene sus propios planes. En Lo que no te mata te hace más fuerte, la singular pareja aclamada por más de 80 millones de lectores en Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire continúa su historia. Ha llegado la hora de que sus caminos se crucen de nuevo.

Este tomo fue escrito por el sueco David Lagercrantz dada la obvia imposibilidad de Larsson quien a la hora de fallecer había dejado apenas unos borradores del que sería la cuarta novela de su saga aunque estos no fueron consultados para la continuación.

La mujer con la que Larsson vivió durante los últimos años de su vida, Eva Gabrielsson, señaló que mientras posea esos manuscritos no permitirá que se utilicen para nuevas secuelas a la vez que cuestionó la decisión de los herederos de su difunta pareja de permitir esta secuela.

Todo esto entonces me lleva a pensar: ¿valen la pena continuar sagas o personajes en las plumas de otros escritores una vez que sus autores han fallecido?

Precisamente, en momentos en los que la reescritura de textos escritos está en el centro de la atención por otros motivos, creo que vale la pena darle unas vueltas a toda esta cuestión.

batman

Portada de la primera aparición de Batman (mayo de 1939)

Por empezar podríamos pensar en la literatura serial que por sus propias características ha abierto siempre las puertas a que un personaje o un mundo sea continuado por otros artistas sin que esto haya generado nunca demasiado escozor en los lectores. Pensemos por ejemplo en Batman. El hombre murciélago, creado por Bob Kane en 1939 es reescrito todos los meses por diferentes escritores, dibujado por diferentes artistas, incluso interpretado en cine por diferentes actores. Más allá de la conocida estafa al autor y creador y sus descendientes (lo mismo con Superman y otros héroes de cómics) lo cierto es que los lectores aceptan con alegría cada nueva iteración de estos personajes y nadie se cuestionaría cómo hubiera escrito Bob Kane el último número de  si todavía estuviera vivo.

Batman 41

Portada del último número de Batman (número 41 del 10 de junio de 2015)

Ya que hablamos de Jorge Luis Borges podríamos mencionar su cuento There Are More Things incluido (con título en inglés y todo) en su El libro de arena de 1975. El cuento es un claro homenaje (¿continuación?) de los mitos de Cthulhu creados por el estadounidense H.P. Lovecraft. Incluso en la dedicatoria del cuento lo señala.

Los homenajes a los Mitos de Cthulhu de Lovecraft son de larga tradición. Un grupo de amigos del escritor de Providence tomó los personajes y mitologías creadas por este y luego que falleciera expandió ampliamente su mundo, agregando y quitando elementos de modo tal que en la actualidad el aporte de manos de terceros parece haber sido más consistente que la del propio Lovecraft que dio el puntapié inicial. Estos mundos han llegado a videojuegos, libros, cómics y todo tipo de producto mucho más allá de las posibilidades que podría haber siquiera soñado Lovecraft cuando los ideó por primera vez.

Hace poco tiempo cuando LucasFilms se vendió a Disney junto con su gallina de los huevos de oro Star Wars, varios se alarmaron: el creador de la genial trilogía de ciencia ficción, George Lucas, ya no iba a poder dirigir ni escribir la nueva trilogía. De hecho, Lucas quedó como “asesor externo” y sus opiniones no fueron tenidas en cuenta en la concreción de la nueva trilogía. ¿Es esto algo bueno o malo? No olvidemos que de la misma pluma del genial George salió el adefesio de la trilogía-precuela que fue mayormente odiada por los fans.

Entonces, si la nueva trilogía resulta ser genial ¿qué lugar le cabrá a George Lucas en todo eso? ¿no podría pensarse que algunos autores sirven para crear areneros donde otros vengan a hacer los castillos?

Casino Royale de Ian Flemming

Primera edición de Casino Royale de Ian Fleming donde se introduce a James Bond por primera vez (1953).

Vayamos a otro caso muy popular: James Bond. El espía creado por Ian Fleming en 1953 sigue entre nosotros aún a pesar de que su autor falleció en 1964. Fleming escribió y publicó trece novelas protagonizadas por el 007 y unos nueve cuentos cortos. El último libro del espía que lleva su nombre fue publicado en 1966 (Octopussy and the Living Daylights). El último libro que sigue sus aventuras es Solo firmada por William Boyd del 2013 y ya hay un nuevo libro del 007 en proceso de escritura por parte de Anthony Horowitz. Esto sin contar con las más de veinte películas protagonizadas por él de las cuáles son muchas las que no fueron basadas en libros de Fleming.

Pero por otra parte el escritor John Gardner estampó su firma en dieciséis novelas de James Bond (incluidas algunas novelizaciones de películas) siendo la última COLD de 1996. Mientras tanto, Raymond Benson firmó unos doce trabajos con Bond de protagonista. Y luego otros escritores, incluso el prestigiosísimo Kingsley Amis, escribieron una que otra obra sobre el espía más seductor del mundo. Todo esto me lleva a preguntarme: ¿realmente es Ian Flemming el dueño de James Bond? Sí, lo imaginó. Lo creo. Lo hizo posible. Pero desde que murió hace medio siglo ya hubo escritores que incluso escribieron más aventuras de su personaje que él mismo.

Solo by William Boyd
Portada de Solo de William Boyd, la última novela de James Bond a la fecha (septiembre de 2013)

Otra obra que mereció la polémica y el fácil repudio (porque repudiar es algo que siempre sale fácil) fue la continuación del clásico de la literatura universal Drácula por parte de uno de los descendientes de su autor Bram Stoker con la ayuda de la pluma experimentada de un escritor con oficio.

Dracula the Un-Dead o Drácula, el no muerto fue publicada en 2009 y figura como “continuación oficial” un privilegio que se pueden dar los portadores de los derechos de autor de una obra o en este caso, presumo, los portadores del apellido del creador original de una obra.

La novela recibió críticas mixtas y se convirtió previsiblemente en un best-seller internacional. En realidad, Drácula tiene tantas secuelas no oficiales y tantas reinterpretaciones que la historia escrita en parte por un sobrino-nieto del autor de la novela original no debería importarnos más allá del modo en el que utiliza al personaje creado por el Stoker original. Es decir, si la novela es buena será digna y si es mala no valdrá la pena. Así debería ser siempre ¿o no?

Dracula the un-dead by Darce Stoker

Dracula the Un-Dead, la “secuela oficial” de Dracula.

Entrando en el terreno de los protectores más celosos del “legado” de un autor, el caso paradigmático es el de Sherlock Holmes. Aquí no hay margen para discutir: las sociedades holmesianas sólo aceptan como canónicas las cuatro novelas y los cincuenta y seis cuentos escritos y firmadas por el autor Arthur Conan Doyle. El resto de lo producido es lo no-canónico y es poco menos que desechado. Por este motivo es que el cuento inédito de Conan Doyle encontrado hace unos meses todavía está sujeto al más estricto escrutinio por parte de los guardianes del legado del escritor.

Pueden leer el cuento traducido al español en este mismo blog, aquí.

Con la caducidad de los derechos de autor de Conan Doyle sus herederos ahora ya no podrán tener el control acerca de lo que se escriba utilizando a los personajes por él creados por lo que no sería extraño que en los próximos años aparezcan varias nuevas novelas o historias editadas con aventuras de Holmes.

The Big Sleep by Raymond Chandler

Portada de The Big Sleep, la primera novela de Raymond Chandler con Philip Marlowe como protagonista (1939).

En 2014 salió el muy digno La rubia de ojos negros (pueden leer mi reseña aquí) escrita por John Banville bajo su seudónimo Benjamin Black. La novela no fue tampoco la primera en retomar el mundo de Chandler ya que hubo otros tres libros autorizados previos (Raymond Chandler’s Philip Marlowe: a Centennial Celebration de 1988; Pooddle Springs de 1989 que partió de la base de unos cuatro capítulos escritos por el propio Chandler antes de morir y Perchance to Dream de 1991) ninguno demasiado memorable vale decir. Sin contar con la participación de Marlowe en la primera novela de Osvaldo Soriano: Triste, solitario y final.

The Black Eyed Blonde by Benjamin Black

Hermosa portada retro-Pulp para la última novela de Philip Marlowe por Benjamin Black.

Ahora, toda la cuestión de las continuaciones de los personajes y sus mundos más allá de su autor me llevan a la siguiente nueva pregunta: ¿realmente valen la pena? Con tantos miles de millones de libros increíbles esperando a que los leamos ¿realmente necesitamos o disfrutamos leer continuaciones que en muchos casos no aportan demasiado nuevo? Por supuesto que siempre va a depender del autor y de lo que hace con los personajes, pero en muchas oportunidades tener continuaciones extemporáneas de clásicos de hace cuarenta o cincuenta años no nos aportan grandes nuevas emociones.

Volviendo al comienzo creo que, por ejemplo, el Batman de 2015 me resulta más interesante que el Batman de 1939 (aunque menos que el de los años 80s) y es algo que sigue aportando aventuras y emociones que quisiera seguir leyendo; en cambio más novelas de Marlowe no sé bien si podrían seguir interesándome y casi sin dudas no me va a interesar la nueva novela de la saga Millenium.

Como siempre será una cuestión de gustos. Por mi parte no me molestaría que cuando deje de jugar con los personajes y mundos que creo alguien más venga a seguir diviriténdose con ellos.