En septiembre se viene Rituales de lágrimas, la segunda novela de mi saga Rituales. Se trata de una continuación directa de Rituales de sangre (aunque se puede leer en forma independiente) donde algunos personajes de esta regresarán y habrá otros nuevos. Para ir poniéndonos a tono me gustaría presentar a cinco de estos personajes y para eso voy a empezar con uno nuevo que es además, de mis favoritos de toda la saga. Se trata de LUCÍA ZABALA quien también aparece en mi novela (de momento inédita) Sangre por la herida, un spin-off que se ubica en la temporalidad de la saga entre el final de Rituales de sangre y el comienzo de Rituales de lágrimas.
Dicho esto, conozcan a Lucía.
Nombre: Lucía Zabala
Alias: Ninguno
Edad: 26 años
Estatura: 1.60 m
Color de ojos: Verdes
Pelo: Morocho
Aparece en: Sangre por la herida (Novela Finalista del Premio Extremo Negro – BAN! 2015), Rituales de lágrimas
Características: Lucía Zabala nació y creció en la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires. Creció en una familia disfuncional: la primera ruptura de su hogar se produjo cuando su padre la abandonó a ella, a su madre y a su hermana Gabriela. Al poco tiempo, ésta última también abandonó la familia y lo último que se sabe de ella es que está viviendo en Montevideo con un hijo pequeño.
A pesar de las dificultades que tuvo que enfrentar a corta edad, Lucía nunca bajó los brazos y se caracteriza por ser un tipo de mujer que no retrocede. Las malas decisiones y las peores compañías la terminaron llevando a las manos de gente poderosa del mundo criminal donde tuvo que enfrentar la muerte cara a cara. Así fue como conoció a Mario Quiroz con quien entabló una relación particular de amor-odio / padre-hija que nunca terminará de aceptar.
Frase:
– Intentá no arruinarlo. Esta vez, con que te vistas como una kurveh no vamos a conseguir nada – dijo Sheila con tono malicioso.
– ¿Podés hablar bien alguna vez? – le respondió Lucía.
Sheila dijo con tranquilidad inalterable:
– Te decía que para esto que tenés que hacer ir vestida de prostituta no te va a ayudar.
Lucía sonrió.
– No te preocupes que debajo de la ropa que visto guardo varios trucos con los que me las voy a arreglar.
Se hizo un silencio espeso que rompió Quiroz que sentía que lo que le habían roto era la paciencia:
– Pero la puta madre, ¿puden dejar sus estúpidas peleítas infantiles de lado? Acá estamos para hacer un trabajo serio, si a alguna no le gusta la presencia de la otra se puede ir a la mierda.
Avergonzada, Sheila bajó la cabeza. Lucía sonrió:
– No quisieras que me fuera ni por nada del mundo, Mario.
– Bajá, dale turra, bajá del auto y andá a laburar.
(fragmento del capítulo 42 de Rituales de lágrimas)
Curiosidad: Si bien Lucía es presentada oficialmente en Sangre por la herida ya en Rituales de sangre hay un easter egg en el que aparece haciendo un cameo junto con su por entonces novio Santiago.
Si buscan el último párrafo de la página 208 y el primero de la 209 pueden leer:
Podía distinguirlos a simple vista, como a esa morocha delgada y su cómplice, un tipo alto de espalda ancha, cara marcada y pinta de boxeador que merodeaban por los pasillos. En otra ocasión hubiera disfrutado agarrándolos con las manos en la masa para llevarlos directo al calabozo.
Pero ahora tenía otras cosas que hacer y sintió una especie de leve nostalgia por las cosas que ya no podía hacer por estar fuera de la fuerza.
El tipo con pinta de boxeador se debió haber dado cuenta de que Quiroz los había fichado porque agaarrando a la chica de la mano la empujó hacia él al tiempo que le dijo: “Vamos, Lucía” y dieron media vuelta con dirección a la salida.
La Lucía a la que se refiere el tipo con pinta de boxeador es nuestra Lucía Zabala. Quiroz y ella se cruzaron en la estación de Retiro sin siquiera saberlo y mucho antes de conocerse en condiciones que no serán las mejores.
Conocé a los otros personajes de Rituales de lágrimas:
Mario Quiroz
Sheila Lehrer
Sebastián Rojtman
Leib Schelling