Hace unos días nos enteramos que George R.R. Martin, el autor de la saga “Canción de hielo y fuego” (más conocida por su popularización en serie de TV: “Juego de tronos”) escribe sus novelones (que superan sin excepciones las mil páginas) en una vieja PC con sistema operativo DOS, sin internet, con un procesador de textos Wordstar 4.0 y que guarda sus archivos en los viejos y queridos diskettes.
Según el autor, este método le permite concentrarse plenamente en la escritura y le evita caer en distracciones.
Pero el método que emplea el autor de la saga fantástica más importante de la actualidad también habla de él como escritor: uno es también en el método que utiliza para escribir.
Algunos escritores son puristas de la pluma y el cuaderno, necesitan sentir la fricción del mundo real, la presencia de la letra escrita sobre el papel. Otro optan por ir un paso más allá y no se desprenden de sus viejas máquinas de escribir. Habrá algunos que siguen el ejemplo de Martin utilizando Wordstar 4.0 o quizás alguna de las varias opciones de procesador de texto que permiten una experiencia de escritura similar, sin distracciones (aquí una buena lista).
Personalmente casi toda mi vida escribí en el viejo y confiable Word de Microsoft que tendrá sus pequeños inconvenientes y molestias pero que resulta sumamente útil. Intenté en algún momento, imbuido de un romanticismo juvenil, escribir en una máquina de escribir Olivetti Lettera-22 pero me resultó imposible acostumbrarme y actualmente la conservo sólo como un adorno. ¡En casa de un escritor queda fantástica como tal!
Pero entonces, el año pasado descubrí un software pensado especialmente para escritores que me hizo dejar casi por completo el Word.
Suelo ser un poco conservador con mis hábitos a veces y no estaba muy convencido de probar otra cosa que no fuera el procesador de textos de Microsoft. Después de todo me había resultado útil siempre. Pero entonces, leyendo un post en un blog (acaso como estarán leyendo ustedes) descubrí el Scrivener.
Pensado originalmente para sistemas Mac, hace poco hicieron una versión compatible con PC y decidí probar el demo.
La primera vez que lo utilicé me sentí sobrepasado por las funciones que ofrece y sumado a mi desconfianza decidí seguir con Word. Pero entonces, otro día volví a probar y luego de una muy breve lectura del tutorial incluido terminé totalmente fanatizado por las opciones que ofrece este procesador de textos y compré la versión completa.
Detalle de pantalla de Scrivener para mi novela Rituales de sangre. En verde los capítulos, azul los “interludios”, en naranja el glosario, en amarillo anotaciones y en rojo los personajes.
Es una muy interesante opción para organizar el trabajo en la escritura de ensayos, novelas o papers.
¿Por qué y qué lo hace especial para escritores? Entre las múltiples funciones que ofrece, permite trabajar individualmente cada capítulo de nuestro libro, crear hojas de personajes, lugares, situaciones, agregar anotaciones e incluso importar páginas y contenido web para tener a mano como referencia (a diferencia de Martin, yo no puedo escribir sin tener Wikipedia a mano).
Además permite llevar un simple conteo de la cantidad de palabras que llevamos escritas y cómo eso se traduce aproximadamente en páginas de un libro promedio. Permite ponernos metas de escritura diarias y del libro en total lo que puede ayudar muchísimo a quienes como yo, optan por un hábito de escritura de una cantidad X de palabras por día (en mi caso intento hacer mil palabras por día).
Otra función sumamente interesante es la de trabajar a pantalla partida, lo que hace que por ejemplo podamos trabajar en un capítulo teniendo en la otra pantalla un hoja del personaje que protagoniza nuestra escena de modo tal que no cometamos errores.
Pero sin lugar a dudas, lo mejor que me dio Scrivener es el ahorro de tiempo. Antes, cuando trabajaba en Word, necesitaba tener múltiples archivos con los datos de cada personaje, lugar o anotación respecto de escenas planificadas y para poder escribir precisaba ir abriendo esos múltiples archivos, generándome un caos tanto organizativo como en la PC. Ahora simplemente tengo todo el material en un mismo proyecto y busco lo que necesito cuando lo necesito.
Entonces, ese es uno de los últimos secretos de escritura que descubrí. Y ustedes ¿en qué o cómo les gusta escribir?
Hola,
Antes que nada aclaro que no soy escritor. Sólo soy un alguien estudiante (de veterinaria, para nada relacionado con lo literario) que escribe por gusto, cuando vienen ganas. Un escritor es mucho más para mí.
Pero bueno, voy a tirar lo que uso. Cuando escribo en la computadora me gusta usar Writer (https://writer.bighugelabs.com/), que lo conocí porque lo recomendaban como una app para escribir sin distracciones, y posible de usar donde sea. De hecho, pongo en pantalla completa y me quedo con una pantalla negra con letras verdes (o colores que se quieran). Lo que escribo suele ser corto, así que no necesito las características organizativas que ofrece Scrivener.
Tal vez, y sólo tal vez, algún día me anime a escribir algo merecedor de una organización más exhaustiva y eche mano a Scrivener. Pero, por ahora, me quedo con mi pantalla negra y las letras verdes.
Y, desde unos años atrás, tengo mi libretita (hecha por mí) donde escribo cualquier pavada o cuentitos o poesías. No soy bueno para escribir a mano.
Saludos
JMH
Gracias por tu aporte y comentario JMH.
Querido Alejandro. Me encanta tu página. Estoy terminando mi Lic en Historia en la UBA (Puán). Vos solés andar por ahí también, creo. Me encantaría escribir, sobre todo novela histórica de corte policial. O policial, a secas. ¿Qué me aconsejás? ¿Taller literario? Tengo más miedo que un cadáver antes de ser abierto en canal por el procaz de Intelesano.
usw, usw (und so waiter, und so waiter) : nuestro clásico etc, etc.
Hola José. Sí, solía andar por Puan pero ya hace un tiempo que dejé, cuando terminé la carrera.
En principio algunos consejos:
1. Leer dentro del género (¿probaste con Mercedes Giuffré? ¡Hace unas novelas históricas fenomenales!)
2. Animarse a empezar. Lo que uno escribe en un primer borrador no será lo que llegue a los lectores. El primer borrador nos da la oportunidad de equivocarnos todo lo que querramos. Es como un bloque de mármol que se va tallando hasta que encontramos la figura que queremos debajo de tanto polvo y resto.
3. Sí, un taller literario podría ser una buena idea para comenzar a probar armas y someterte a la lectura de otros. En cuanto a con quién, eso dependerá de tu gusto, experiencia, sensaciones, etc. Ir a un taller es como la transferencia con el psicoanalista: sucede o no sucede y por lo general no tiene que ver con la otra persona.
Cualquier cosa, aquí estaremos.
Saludos.
Muchas gracias, creo que te veré en el BAN!!