Nuevas reflexiones acerca de literatura zombie

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Hace unos meses escribí acerca de lo que llamo las “narrativas zombies de segunda generación” (lo pueden leer aquí).

Nuevas lecturas me llevan hoy a profundizar en algunas de las ideas que allí vertí.

Decía la vez anterior que hay dos grandes tipos de narrativas zombies:

1- Las narrativas zombies de primera generaciónson las que todos conocemos y las más extendidas donde una plaga, un virus o un motivo desconocido hace que los muertos se levanten de sus tumbas para convertirse en masas putrefactas que persiguen y acosan a los sobrevivientes de una civilización colapsada. Ejemplo actual de esto es la exitosa serie de TV basada a su vez en una serie de cómics, The Walking Dead.

2- Las narrativas zombies de segunda generación: son aquellas donde los zombies parecen casi indistinguibles de otros seres humanos, poseen sentimientos y raciocinio y todo lo que hace a un ser humano normal con la excepción de su necesidad de consumir cerebros y/o cuerpos humanos para mantenerse “frescos” es decir, no terminar su proceso de zombificación. Ejemplo perfecto de esto es la serie de TV iZombie o la saga de novelas de Diana Rowland de My Life as a White Trash Zombie de la que la serie antedicha parece haber sacado un poco más que inspiración. Continue reading “Nuevas reflexiones acerca de literatura zombie”

Mis lecturas de la primera quincena de enero

Año nuevo, lecturas nuevas. O algo así. Comencé el año vacacionando en la ciudad por lo que intenté aprovechar el tiempo para ponerme al día con algunas lecturas atrasadas. Me había propuesto no empezar ningún libro más hasta terminar por lo menos todos los que estaba leyendo y realmente me interesaban (en total tengo a medio leer unos ocho libros de los cuales hay tres que posiblemente nunca termine porque no me interesan lo suficiente) pero esa promesa chocó con el sentido de las vacaciones: ¿cómo no voy a empezar un libro veraniego al menos? ¿para qué están hechas las vacaciones si no es para leerse un buen thriller de esos que no podemos soltar? Por lo que sí terminé dos de los libros que tenía a medio leer, adelanté bastante la lectura de otros dos y empecé y terminé uno de esos thriller no demasiado geniales pero sí bastante adictivo.

Aquí el balance de esta primera quincena:

Libros que tenía a medio leer y terminé de leer

The Brief Wondrous Life of Oscar Wao de Junot Díaz

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Este libro lo tenía pendiente desde hacía años cuando lo conseguí apenas fue publicado en una librería de usados.  Continue reading “Mis lecturas de la primera quincena de enero”

Balance de lecturas 2016

El 2016 fue un año difícil en varios aspectos. Me había propuesto publicar por mi cuenta una novela (Sangre por la herida) pero por una serie de situaciones tuve que trabajar mucho más que en otro años y no tuve tiempo de terminar de hacerle los ajustes que quiero para que quede perfecta. Espero poder publicarla finalmente el año entrante.

Por ese mismo motivo no pude escribir tanto como me hubiese gustado en este espacio. Tuve que espaciar a veces por meses mis publicaciones y realmente es algo que me molestó mucho de este año, pero tuve que priorizar otras cuestiones.

También me había propuesto leer 40 libros pero llegué a 19 y monedas con varios bastante avanzados.

Entre esos 18 libros que leí hubo de todo: sorpresas, decepciones y descubrimientos.

Quiero compartir con ustedes, queridos lectores, algunas de mis impresiones respecto de lo que leí.

La lista de los libros que leí este año es la siguiente:

1. Diez negritos de Agatha Christie (policial novela)
2. Quiet de Susan Cain (no-ficción/ensayo)
3. The Case for Books: Past, Present and Future de Robert Darnton (no ficción)
4. Black Sun de Nicholas Goodrick-Clarke (no ficción)
5. Gestapo Mars de Victor Gischler (ciencia ficción/space opera)
6. Nadie es inocente* de Kike Ferrari (policial cuentos)
7. Paperback America: The Lurid Years of Paperbacks de Geoffrey O´Brien (no ficción)
8. Las cosas que perdimos en el fuego* de Mariana Enriquez (literatura cuentos)
9. Madame Bovary de Gustave Flaubert (literatura novela)
10. A Swollen Red Sun de Matthew McBride (policial novela)
11. El nombre del juego es muerte de Dan Marlowe (policial novela)
12. The Porning of America de Carmine Sarracino (no ficción)
13. Shovel Ready de Adam Strenbergh (policial cyberpunk)
14. Dark Matter* de Blake Crouch (ciencia ficción novela)
15. People Who Eat Darkness de Richard Lloyd Perry (no ficción)
16. Little Green de Walter Mosley (policial novela)
17. The Fireman* de Joe Hill (ciencia ficción novela)
18. Hope: A Tragedy de Shalom Auslander (literatura novela)

* Libro editado en 2016

Mejor libro que leí en el año en general

Dark Matter de Blake Crouch Continue reading “Balance de lecturas 2016”

Narrativas zombie de segunda generación

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Hace un tiempo me pidieron una reflexión acerca del tema de los zombies en la cultura popular y luego de darle algunas vueltas en la cabeza a un tema que nunca me resultó particularmente atractivo logré entender qué es lo que a mi parecer subyace en la obsesión contemporánea por el tema de los muertos vivos come-cerebros. Cada época histórica plantea sus monstruos de preferencia; aquellos que se ponen de moda y alrededor de los cuales todas las narrativas parecen girar. En los años 90 se pusieron de moda los vampiros: desde Drácula de Francis Ford Coppola a los vampiros de Entrevista con el vampiro y la saga de novelas de Anne Rice a los juegos de rol de Vampiro: La mascarada y sus sucesivas adaptaciones a videojuego.

El vampiro como ese seductor que esconde detrás sus colmillos afilados para chupar la sangre funcionaba como una representación simbólica de la seducción del capitalismo neoliberal, implacable ante la caída de la Unión Soviética. La idea del parásito que chupa sangre siempre estuvo asociada al capitalismo y el neoliberalismo con sus promesas de “goteo” de riquezas y un futuro mejor perfectamente se adecuaba a la forma estilizada y seductora del vampiro encarnado en un Brad Pitt o un Tom Cruise en la adaptación de la novela de Rice.

La primera generación de narrativas zombie

Luego de esa explosión de la seducción del vampiro empezamos a ver como la temática zombie que había explotado con The Night of the Living Dead de George A. Romero en 1968 y que había tenido su ciclo de oro en el cine clase B comenzaba una lenta instalación en el imaginario popular y el zombie se convertía en el “monstruo de moda”.

Los videojuegos (Resident Evil, 1996 y sus sucesivas continuaciones pero también los modos de juego “zombies” en la saga Call of Duty, Rising Dead, Deadlight, Dead Island y cientos e innumerables otros videojuegos con zombies), las películas (28 Days Later, 2002 y luego la remake de Dawn of the Dead, 2004 y varias más incluyendo semi-parodias como Zombieland o Dead Snow con zombies nazis), las series de TV (Dead Set, 2008 y por supuesto The Walking Dead, 2010 – actualidad) y la literatura (trilogía Newflesh de Mira Grant, 2010-2012) se llenaron de zombies, la Zombie Walk (cuya primera expresión data del año 2000) pasó a ser una expresión global y casi institucionalizada.

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Los zombies se pusieron de moda y desplazaron a los vampiros que tuvieron su leve revival de la mano de la saga Twilight de Stephanie Meyer. Pero si consideramos las novelas de Meyer como literatura romántica excluimos a los vampiros y los hombres lobos que habitan sus páginas dentro de la idea del monstruo como representación simbólica de algún temor o angustia social. Continue reading “Narrativas zombie de segunda generación”

Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez

las-cosas-que-perdimos-en-el-fuegoEl regreso de Mariana Enriquez a la narrativa ficcional (luego de un libro de crónicas sobre sus visitas a cementerios y una biografía de Silvina Ocampo, una escritora que podría pensarse emparentada en el campo de la narrativa “extraña” y fantástica pero a la vez lejanísima en cuanto a ritmo, estilo y temáticas) es en forma de los doce intensos cuentos que conforman este volumen. Como señalamos anteriormente en broma, el título del libro pareciera dialogar con su anterior libro de cuentos (Los peligros de fumar en la cama) y a pesar de que la observación no tiene pretensiones de seriedad, hay sí algo en Las cosas que perdimos en el fuego que trasmite la sensación de pérdida y de lo irreparable. Los cuentos se montan sobre una serie de lugares, trayectos, personajes y situaciones reconocibles en el imaginario geográfico, social y cotidiano de nuestro país pero con su manejo refinado de las reglas del género fantástico introduce pequeños desgarros al tejido realista por donde se filtra el material de las pesadillas y las situaciones monstruosas. Decimos que es un manejo refinado porque a excepción quizás de un único cuento (El patio del vecino; y aún en este dependemos del testimonio de una mujer posiblemente desequilibrada) lo sobrenatural tiende a plantearse como pequeños hechos anormales o extraños que podrían tener tanto una explicación racional como una no racional quedando a entera interpretación del lector la tarea de llenar esos pequeños huecos, esas incompletudes aparentes que se plantean en la trama de estos cuentos.

Hay quizás otra excepción al fantástico como una una tensión entre el realismo y las situaciones sobrenaturales en Bajo el agua negra, un cuento que por primera vez en la narrativa argentina plantea seriamente un sentido homenaje a la cosmogonía monstruosa de H.P. Lovecraft (el cuento de Jorge Luis Borges There Are More Things que forma parte de El libro de Arena fue hasta donde sé el único otro antecedente de un escritor consagrado de estas tierras metiéndose de lleno en la mitología de Cthulhu pero estamos hablando de un cuento muy menor en homenaje a un escritor que Borges mismo consideraba apenas un mal imitador de Edgar Allan Poe). Enriquez lleva a los antiguos monstruos subacuáticos de la mitología lovecraftiana al fondo del Riachuelo y convierte a los habitantes de la villa miseria que rodea al río contaminado en los sacerdotes, devotos y “mutantes” que al estilo de la famosa nouvelle del escritor de Providence, La sombra sobre Innsmouth, son ya mitad humanos y mitad monstruos.

Otras líneas unen a todos los cuentos: la ya mencionada reescritura de hechos de la realidad cotidiana de nuestro país: El chico sucio trabaja sobre la base del espantoso crimen ritual de “Ramoncito” (hay una crónica excelente sobre este macabro caso: La misa del Diablo de Miguel Prenz que recomendé aquí); uno de los primeros serial killers argentinos, el Petiso Orejudo, aparece como un fantasma en Pablito clavó un clavito: una evocación del Petiso Orejudo; el cuento que le da título a la antología está inspirado según la propia autora en una mujer quemada que durante un tiempo resultaba imposible de no cruzar en el subte pidiendo plata (yo mismo la he visto varias veces).

Pero hay otra línea fundamental que cruza narrativamente todo el libro y es el de las mujeres y su relación, casi siempre traumática, con los hombres. A excepción de “Pablito clavó…” todos los cuentos están narrados por mujeres que además se encontrarán acorraladas por fuerzas desconocidas o por diversas formas de violencia que las acosan, y es el modo en que estas mujeres encuentran o no vías de escape lo que constituye la tensión narrativa de unos cuentos que se van construyendo paso a paso hasta llegar a unos finales que algún lector podrá encontrar decepcionantes por elípticos pero que son precisamente lo que convierten a estos cuentos en pequeñas, perfectas y perturbadoras historias fantásticas y tenebrosas que quedan dando vueltas en la cabeza del lector un buen tiempo después de haber sido terminadas de leer.

25º aniversario de American Psycho de Brett Easton Ellis

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En marzo de 1991, hace ya veinticinco años, salió finalmente, y luego de idas y vueltas inesperadas, American Psycho el tercer libro de Bret Easton Ellis un escritor californiano que contaba por ese entonces con 27 años.

Luego de su debut con Less than Zero (Menos que cero) y The Rules of Attraction (Las reglas de la atracción, una buena novela pero que se sintió casi como una continuidad de los temas y formas de la anterior) llegó esta novela disruptiva acerca de Patrick Bateman, un típico yuppie corredor de bolsa que durante el día se dedicaba a hacer millones especulando con finanzas, medir su tarjeta de presentación con la de sus socios y enemigos en el juego de Wall Street, escuchar discos clásicos de los 80s y por las noches tenía el hobby de descuartizar prostitutas en su departamento y guardar sus órganos en el freezer.

La novela estuvo signada por el escándalo aún antes de salir lo que sin dudas no le vino mal a nivel prensa: pocos meses antes de su salida estipulada por Simon & Schuster fue rechazada por la misma editorial debido a su contenido de odio hacia las mujeres y sus escenas de violencia extrema. Lo que para un escritor cualquiera con un libro cualquiera hubiera significado un golpe durísimo, a Ellis terminó reportándole quedarse con los 300 mil dólares de adelanto de S&S más los 350 mil dólares de adelanto que le dio Knopf quien apenas fue rechazado el libro estuvo allí para recontratarlo y sacarlo en su sello Vintage Books. Pero además, como decíamos, las idas y vueltas le dieron un buzz previo al libro que configuraron el hype que por otra parte estaba bien merecido.

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Entrevista a Laura Quiñones Urquiza

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Laura Quiñones Urquiza. ©Penélope Mendiguetti

Hace unos meses salió publicado Rastros criminales: Anatomía del crimen violento el primer libro de la perfiladora criminal María Laura Quiñones Urquiza.

Tengo la enorme suerte de conocer en persona a María Laura que me regaló un ejemplar de su libro. Durante unos meses lo tuve en la mesita de luz esperando la oportunidad de leerlo y entonces el sábado por fin pude sentarme con él. Lo leí en una tarde. Así de adictiva es su escritura. Y además, muy interesante.

Rastros criminales presenta una serie de perfiles criminales (que van desde Jim Jones, el líder de una secta que terminó en un gigantesco suicidio colectivo a un asesino serial de taxistas colombianos pasando por el Caníbal de Milwaukee, el violador de Recoleta y otras gentes lindas) a la vez que analiza las circunstancias en las que cometieron sus crímenes.

Rastros criminales

Quise aprovechar entonces el excelente libro de María Laura, el hecho de que su profesión (Perfilación Criminal) es todavía poco conocida por el gran público en América Latina y que mi interés narrativo está enfocado en el género policial para hacerle una breve entrevista.

David Russell Williams, Luis Gregorio Ramírez Maestre, Juana Barraza Samperio: sin dudas tratás casos muy particulares, que quizás no son los más conocidos por el gran público (pienso que la gente puede estar más familiarizada con Ted Bundy o Ed Gein que incluso inspiraron películas); la pregunta entonces es: ¿cómo los llegaste a conocer? ¿cómo fue tu aproximación a ellos? ¿tuviste participación profesional en la investigación de alguno de esos casos?

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5 novelas distópicas argentinas

Ahora que vuelve la década de los 90s y con ellos la crisis que casi arrasa a la Argentina en 2001 es un buen momento para repasar 5 novelas que plantean escenarios distópicos para la Argentina.

1) El año del desierto de Pedro Mairal

El año del desierto

La novela distópica argentina por excelencia era inconseguible hasta el mes pasado (la edición de interZona se encontraba agotada) que fue reeditada por Emecé.

En esta novela salida en 2006 se plantea un escenario en el que una especie de plaga invisible que invade desde la Provincia de Buenos Aires a la Capital Federal y a la que llaman “la intemperie” comienza a consumirlo todo. Las consecuencias de esa “intemperie” son terribles: traen el pasado al presente. Hacen retroceder el tiempo histórico de modo tal que los personajes que comienzan el relato en en un eufemístico 2001 vuelven en el tiempo hasta la Conquista del Desierto, los tiempos de Federales y Unitarios y llegan hasta la misma Conquista Española.

La protagonista contemporánea atraviesa el camino que va de la civilización a la barbarie en un sólo año de su vida y vemos a través de sus ojos como las ciudades se reconvierten en territorios arrasados primero y luego pajonales y descampados en medio de una feroz lucha por la supervivencia.

Esta novela es la distopía total y recuerda un poco a El país de las últimas cosas de Paul Auster aunque supere en inteligencia el planteo: este mundo anti-utópico lo es porque como dicen vienen a: cambiar futuro por pasado. Continue reading “5 novelas distópicas argentinas”

La chica del tren de Paula Hawkins

La chica del tren

A esta altura del año ya no quedan dudas de que uno de los libros que se coronan como lo más destacado del 2015 es La chica del tren de Paula Hawkins. Aún sin conocer, obviamente, todo lo que se ha publicado y habiendo habido grandes novedades editoriales en el mercado anglosajón (como Purity, la nueva novela de Jonathan Franzen) el libro de Hawkins merece el podio por haber sido uno de esos felices casos de fenómeno comercial mezclado con excelencia literaria.

Publicada por primera vez el 13 de enero del 2015 por parte de una escritora debutante la novela explotó en las listas de más vendidos llegando a superar al tanque inamovible de El código Da Vinci  de Dan Brown al vender tres millones de ejemplares en un mes. De hecho la publicidad estática en calle que puso la editorial Planeta, al menos en Buenos Aires, indica que la novela se vendió a razón de uno por segundo o algo parecido. La cuestión es que es impresionante y deja sin respiración casi tanto como la novela. Esto sin contar con que los derechos para llevarla al cine YA fueron comprados por Dreamworks y se rumorea que dos de los tres papeles de las mujeres protagonistas irían para Kate Mara y Emily Blunt. Continue reading “La chica del tren de Paula Hawkins”

De la buena: acerca de Merca de Loyds

Merca por LoydsHace una semana, en una cena que compartimos, recibí de manos de Loyds su novela Merca. Había escuchado muy buenos comentarios de ella y le tenía ganas desde hace tiempo pero las obligaciones y las lecturas atrasadas me habían mantenido fuera de su alcance. Pero entonces empecé hojearla intentando evaluar en qué momento podría sentarme a leerla y ya no hubo vuelta atrás: como quien no quiere la cosa caí atrapado en las redes de una prosa frenética, dinámica y muy pero muy adictiva que no me soltó durante el día y medio que me tomó devorarmela en un par de sentadas. Continue reading “De la buena: acerca de Merca de Loyds”